viernes, 10 de mayo de 2013

LA LUCHA DEL GUERRERO


Últimamente he atravesado un periodo complicado, un periodo que hace realidad el dicho "a perro flaco son todo pulgas".

Todo empezó con una insignificante problema laboral al que se le sumó una rotura del núcleo familiar, una lesión dolorosa en un hombro, un accidente muy grave de una compañera de trabajo la cual hace que a fecha de hoy esté todavía luchando para no abandonar este mundo y la muerte de un amigo de la infancia con 30 años de edad.

De este periodo de tiempo he podido sacar varias reflexiones, a cual más importante, una de ellas es la reflexión sobre la muerte de mi amigo de la infancia, Andrés Millán , un chaval de 30 años, lleno de energía.  Llevaba varios años luchando contra una extraña enfermedad, con infinidad de pruebas, operaciones y terapias. Todas estas acciones hizo que al final se encontrara en una encrucijada en la que debía elegir entre operarse para recibir un trasplante de médula o esperar a que la enfermedad lo consumiera.

El eligió luchar, enfrentarse al problema, decidió operarse, decidió luchar y morir antes que rendirse, pudo haber aguantado mas tiempo, con un decrecimiento notable de su calidad de vida pero podría haber alargado su vida, el decidió ir a la guerra.

Que diferencia hay entre la lucha de un guerrero que ha muerto defendiendo su vida en la batalla y la de el enfermo que lucha en la mesa de operaciones contra su enfermedad? para mi, ninguna.

Que batalla puede haber existido a lo largo de toda la historia mas importante que la batalla del día a día,  la batalla de uno contra si mismo? para mi, ninguna.

Tuve la suerte de honrar a sus padres y a su mujer con estas palabras, Andrés honró a su familia y a su mujer, demostrando lo que debe hacerse en la vida, luchar y luchar hasta el final.

Sirva su ejemplo de vida y lucha para todos nosotros. Allá donde estés Andrés, estarás rodeado de grandes guerreros, descansa en paz.