viernes, 12 de julio de 2013

Fin del viaje

Ha llegado la hora de marcharse, atrás quedan muchos días de duro trabajo, muchos días de dolor, alegrías y penas, desgraciadamente o no tengo que volver a la vida real. Pocas horas me separan ya de mi hija, la persona que más he añorado aquí, ahora se entienden muchas cosas, ya lo dice el refrán, "cuando seas padre comerás huevos".

El balance general que hago sobre mi estancia aquí es muy positivo, he recibido muchas muestras de cariño de la gente de este dojo, de estudiantes y profesores,  como estudiante represento a mi escuela y a mis maestros, haber realizado aquí un buen trabajo los honra  y eso me hace muy feliz. Me quedo con un momento que me ha emocionado mucho, al finalizar la clase de esta mañana, Steve Primsler, director del New York Aikikai ha reunido a todos los estudiantes que habían presentes en el tatami, ha dicho que hoy era mi último día y que quería que supireran que he sido un buen ejemplo de UCHI-DESHI, que he sido un estudiante con muchas ganas de aprender, de divertirme, de ayudar a mis compañeros y con un gran corazón, lamentablemente no puedo poner la transcripción literal porque no lo he entendido todo debido a mi bajo nivel de inglés pero esa ha sido la idea general que ha querido transmitir. Han sido palabras que me han emocionado hasta el punto de que me ha tocado levantarme he irme de allí rapidamente para no arrancar a llorar, de hecho, ahora mismo estoy escribiendo estas lineas y están apunto de caerme lágrimas de los ojos. Agradezco a todos mis maestros el haberme guiado por el buen camino, eso ha heho posible que hoy pueda sentir estas grandes emociones, gracias de corazón.

Como persona como siempre, ni jamás le caerás bien a todo el mundo ni todo el mundo te caerá bien, pero mi actitud de colaborar con mis compañeros del dojo en las tareas de limpieza o intentar tranmitir alegría a la casa creo que ha sido la correcta. Trabajo duro, cerveza fría y muchas risas, es una combinación ganadora en cualquier parte del mundo.

Hemos aprendido mucho pero sobre todo he recibido un fuerte golpe de humildad, si soy sincero, creía que tenía mucho más nivel del que realmente tengo, aquí me he dado cuenta de que no soy tan bueno practicando como yo creía y que me queda mucho para llegar al nivel que yo creía tener. Puedes tener mas estilo o menos, imprimir mas fuerza en la técnica o no, pero debes de seguir los pasos, 200 horas para poder presentarte al 2 Kyu, 300 horas mas para 1 kyu y 400 horas para shodan. Ahora mismo tengo el rango de 3 kyu y con las horas practicadas aquí tendría derecho a realizar el examen de 2 Kyu según las normas impuestas por sensei Yamada, ni mas ni menos, hay que ser consciente de que hay que trabajarse una buena base, sin prisas y cuando se obtiene el rango de Shodan, empieza de nuevo tu camino en otro nivel, esa ha sido una buena lección de humildad recibida.

Notas negativas también las hay, por ejemplo el idioma, el haber sabido más inglés hubiese enriquecido más todavía esta experiencia. El turismo, me han quedado lugares por visitar, el Empire State, Central Park...es cierto que he visto muchas cosas pero tendría que haber solicitado algún día libre para poder realizar mas turismo, desgraciadamente en mi cabeza solo cabía entrenar. Habrá alguna nota negativa más pero no quiero ni perder tiempo en recordarlas ni en plasmarlas aquí, hay que quedarse siempre con lo positivo.

Gracias a todos los que habeis hecho esta experiencia posible, desde mis padres con su apoyo incondicional hasta mis maestros, estudiantes y profesores de este dojo. Mil gracias.

Me preguntan cuando voy a volver, yo digo que no lo sé, solo sé cierta una cosa, la puertas están abiertas para el día que quiera regresar. Esas han sido las últimas palabras de Steve al despedirse de mi "siente este dojo como tu segunda casa, aquí siempre tendrás las puertas abiertas"

martes, 9 de julio de 2013

Ultimos dias

Esta experiencia está llegando a su fin, ahora mismo son las 20:45 del martes 9 de Julio, hemos terminado la clase de Junya a las 19:45, me he duchado y he subido al piso superior para hacer lo que habitualmente hago tras terminsar un dia de práctica intensa, beberme una cerveza bien fria, o dos o las que sean, es un ritual que llevamos haciendo desde el primer dia y pienso cumplirlo hasta el dia que me vaya.

Sensei acaba de entrar escasamente hace unos 10 minutos, ha venido a despedirse de Diego y de mi, a entablar una pequeña charla con nosotros y con Yunnus, Anton y Lila. Para alguien que no conoce a Sensei parece algo normal pero os aseguro que es un gran honor estrecharle la mano y mantener una pequeña conversación hablando sobre la experiencia que he vivido y claro está,agradecerle todas sus enseñanzas y lecciones recibidas.

Esta semana es una semana con sabor agridulde, llega el momento de evaluar la experiencia, de despedirse de la gente, de acordarse cada momento de mi hija y de la gente querida, parece mentira, cada dia que pase se hace mas duro no estar al lado de mi hija, al lado de las personas queridas, tan solo queda hasta el sabado.

Ayer tuve la suerte de practicar dos clases impartidas por Sensei Donovan, todo el mundo creiamos que no iba a venir pero al final apareció. La primera clase la practiqué con una amistad que he hecho aquí, se llama Alan, es un salvaje alumno de Chiba Sensei, muy fuerte y rudo pero entreno muy a gusto con él, nos damos de leches hasta en el carnet de identidad y luego nos damos un abrazo agradeciendonos la práctica, genial. La segunda la practiqué con el primer uke que sacó para mostrar la primera técnica. Es habitual cuando hay clases importantes como la de Sensei o la de Donovan elegir un compañero de trabajo potente antes de empezar la clase, hay que elegir el compañero más potente y más salvaje que se pueda, son clases en las que hay que darlo todo, a muerte, a matar y a morir. Muchas veces empiezas la clase y todavía no has conseguido a tu compañero ideal, mi solución al respecto es irme corriendo a por el primer uke que sacan, nunca fallas, los grandes maestros no sacan a cualquiera, sacan a los mejores así que no hay margen de error al respecto, no me equivoqué en esta última elección, os lo puedo asegurar.....puffff....Recuerdo que una vez lo hice en clase de Sensei y Sensei se asustó de verme corriendo hacia el, al microsegundo se dió cuenta de lo que estaba haciendo y se echó a reir, es bonito recordar estas cosas, el mote de "crazy spanish" nos lo hemos ganado a pulso, jajaja.

Ya he practicado mi última clase con Claire, una mujer que tiene un aikido brutal y muy inteligente, se ha volcado muchísimo en mi enseñanza y me ha ayudado mucho, siempre le pliego yo la hakama al finalizar la clase, no tengo obligación alguna porque los Uchi-Deshi solo pliegan las hakamas de los shihan, ella es 5 DAN pero es mi forma de agradecerle sus enseñanzas y su ayuda. Al finalizar la clase, mientras le plegaba la hakama tuve una charla con ella, me dijo cosas muy bonitas que me las guardo para mi, es una mujer que voy a tener muy presente en mi práctica y a la que espero volver a ver otra vez.

Mi ultima clase con Junya, pufffff, Junya es uno de los japoneses superpotentes que hay aquí, increible, destructor y mortal,  siempre alegre y es de los pocos profesores que durante la clase te hace de uke para que le des de leches con todas tus fuerzas, es un fastidio que pongan a Junya la última clase del martes, aquí los martes son para morirse, llegas a la última clase destrozado, después de la clase de Sensei y la de Harvey, despues de una hora entera de randori, es un fastidio pero mañana sensei imparte la clase de las 6:45 y le he dicho que mañana quiero practicar con él, mañana voy a ir a muerte, es mi compensación por estar tan destrozado en su clase, mañana empieza el día a muerte, si no vuelvo a escribir ya sabeis porqué, jeje.

Sensei Harvey, muy grande como persona y como aikidoka, entrañable y cariñoso, con un aikido muy complejo y efectivo, me siento a años luz de su aikido, con el lamento mucho no saber más inglés porque creo que entendería mucho mi situación ya que el de joven era boxeador profesional, creo que podría haberme ayudado mucho a entender muchas cosas.....como siempre digo, tengo que aprender mucho de muchas cosas.

Todo lo bueno se acaba, espero poder llevarme muchas enseñanzas a España para poder seguir creciendo junto con mis compañeros, como aikidoka y como persona, está siendo una de las mejores experiencias de mi vida.


                                                                       

lunes, 8 de julio de 2013

Lesiones

Las lesiones en el New York Aikikai son afortunada o desafortunadamente algo normal, en el tiempo que llevo aquí he visto bastantes lesiones, algunas desgraciadamente provocadas por mi. Es la consecuencia de entrenar al límite, algunas veces alguien cruza la linea, ya sea por un accidente, como un resbalón o una caída en el espacio de otra pareja practicante  o por poner demasiada energía en alguna técnica. Todos los Uchi-Deshi que entrenan fuerte tienen alguna lesión de mayor o menor gravedad.

Apesar de las lesiones que he visto y que yo mismo he sufrido, la gente sigue practicando, los estudiantes que sufren alguna lesión se colocan una cinta adhesiva de cualquier color en la zona afectada y así no tienen que estar advirtiendo a sus compañeros una y otra vez de la lesión que sufren.

Es interesante razonar  las paradojas entre la vida misma y el aikido. El aikido nos enseña a que aunque suframos dolencias de cualquier tipo, la vida sigue, debemos seguir practicando, debemos seguir viviendo. Todos sufrimos lesiones, desamores, problemas económicos, pérdida de seres queridos.....no por ello dejamos de vivir, no por ello dejamos de practicar.

Creo que cuanto más mal estamos psicológicamente, cuando nos encontramos peor físicamente, es el momento perfecto para luchar, es el momento perfecto para entrenar, tal vez no entiendas las técnicas, tal vez no hagas ni una cosa bien a derechas, querrás que la tierra te trague pero estoy convencido de que estás haciendo lo correcto y antes o después verás la recompensa a tus esfuerzos.

Si no me equivoco, Sensei Donovan desarrolló su ukemi gracias a una lesión, si no hubiese seguido practicando con sus dolencias no lo hubiese conseguido, es un claro ejemplo de fruto recogido, hoy en dia es una referencia en el mundo del aikido a nivel mundial.

Debemos aprender a vivir con nuestras dolencias, todos las tenemos, las hemos tenido o las tendremos, todos. Acaso dejaremos de practicar cuando tengamos 60 años porque nos duela algo??, aquí hay practicantes con mas de 60 años, siguen viniendo a practicar diariamiente, han aprendido a ser felices con sus dolencias, con sus lesiones, debemos ver lo que el aikido ha hecho en sus vidas para poder tomar ejemplo y ser cada día mas felices, pase lo que pase, duela lo que duela o suframos lo que suframos.