AIKIDO Y REFLEXIONES

Hoy he ido como habitualmente cada año a podar los olivos del campo familiar, acompañado de mi padre, bonita mañana la de hoy compartiendo conversaciones agradables y un buen almuerzo campero entre medias.

Hoy he reflexionado entre la similitud de la practica del aikido con la poda de los árboles, mas concretamente entre la práctica del aikido y el uso del serrucho.

El árbol es la vida, el aikido moldea la vida del aikidoka como el serrucho moldea al árbol quitando las ramas secas, las que se montan encima de otras y las ramas que van rectas al cielo buscando el sol, éstas ramas no producen aceitunas y para el árbol son ramas que tan solo valen para malgastar las energías del árbol. Estas ramas son los malos hábitos que tenemos en nuestras vidas y que gracias al aikido conseguimos cortarlas de raiz. Cada año crecen nuevas ramas como estas pero si podamos bien el árbol tanto la imagen como el fruto que recogemos de él mejoran año a año. El aikido es constancia, como la poda, hay que ser constante en la práctica para mejorar dia a dia.

La practica del aikido es como el corte del serrucho, no hay que realizar fuerza, hay que visionar la rama a cortar, conseguir la mejor postura antes de realizar el corte y posteriormente dejar correr la herramienta, ejerciendo la menor fuerza posible, tan solo mover el serrucho,MOVIMIENTO. En el aikido elegimos el adversario, nos posicionamos, kamae, mai ai, y luego fluimos, nos movemos sin fuerza, tan solo movimiento, MOVIMIENTO.

El serrucho debe estar afilado como el aikidoka en buen estado de forma, limpio de restos de madera como el aikidoka evadido de los problemas que arrastramos dia a dia, tiene que tener una buena empuñadura como el aikidoka una buena actitud.

O-sensei era agricultor, el aikido es naturaleza, es agricultura...AIXÓ ES COM TOT.